Lo primero es reiterarle que yo lo he convocado acá a Mocoa porque tengo una intuición de que usted va a ser capaz de transcribir y re canalizar una información muy compleja, muy paradójica que yo le voy a entregar. Importante decirle que no estoy hablándole de los créditos que se merece por la sarta de pequeños escándalos que usted a cosechado en el medio local Bogotano sino de créditos de otra índole que se merece por ser del linaje de los verdaderos historiadores que casi siempre germinan por fuera de la matera. Pero ante todo es por sus créditos en la Universidad del clan de los Lezama - de la selva no de los Andes - que pueden darle la suficiente apertura para que suspenda su juicio sobre “qué podría ser real y qué no” de todo esto (y sobre lo inútil de la pregunta). Ya sabe usted, yo que voy llegando a una edad a la que pocos creen que es posible llegar, pasé por esos enjambres acá en el Putumayo cuando llegué hace poco más de 60 años. Visitar al Taita Angel, por ejemplo, el que tiene a todos los tigres amaestrados selva adentro, requería tres tomas de medicina en el camino, y se las daban a uno tres personas distintas que aparecían de la nada, en la via. Y bueno, que desastre tratar de entender si hay un lugar en el mapa de la selva donde realmente está Angel. Digamos que lo me hace confiar en usted es su relación honesta con la mentira, aunque usted todavía no entienda hasta donde lleva ese camino. Como dijo el amigo Dylan, a quien por suerte tuve la fortuna de conocer antes de que fuera Dylan, “to live outside the law you must be honest”.
Como introducción vamos a hacer dos movimientos, uno hacía el presente más inmediato y otro hacía un pasado remoto. Ayer Julian Assange hizo énfasis en que él no recibió los correoes hackeados de la convención demócrata de parte de un “estado” - los correos que pusieron sin duda a Trump en el poder - . Y tal vez muera por ese comentario si llegara a haber alguien a hacerle un follow up y si esa persona llegara a publicar algo remotamente coherente sobre esa aseveración. Pero hace mucho tiempo se inventaron mecanismos muy elaborados de manejo de la opinión que hacen que esto sea prácticamente imposible. Assange sí tiene intuiciones que están fundadas sobre un nivel, digamos, más enterrado de la realidad (DEEP), pero solo conoce la punta del iceberg.
Por eso lo aseveró y lo reiteró varias veces, para el que tuviera buenos oídos, que no era un estado; al tiempo que Trump se daba el lujo de desacreditar a los servicios secretos más famosos de los Estados Unidos y de validar la información de Assange sobre la de ellos; una información que venía de la misma fuente, una inteligencia más profunda que la de la CIA. Se sabe que Assange, en el teatro del que hablamos, equivale a “personaje detentor de información secretísima que otros no quieren que veas”. Puede que Assange y Trump hayan tenido contacto, a través de los canales de ese “no estado” al que se refiere Assange sin nombrarlo, puede que hallan sabido que estaban en las mismas filas. Las dos salidas a la luz publica estaban coordinadas en todo caso: lo twiteado por Trump y las acciones del periodista soldado de FOX - un tal Hannity que fue a entrevistar a Assange. Hannity, a quien los de la máquina de escribir (usando el término que usó Gabo para autoretratarse en el Bogotazo: “yo era el de la máquina de escribir”) le pasan los mismos talking points cada mañana que le pasan a toda una legión repartida entre la derecha y la izquierda para que el teatro siga su curso. Hombre! Ya todos saben que la CIA jugaba al centro izquierda en latinoamerica después del 48, le jugaba a la izquierda sin dientes, “revoluciones en marcha” y cosas así. Bueno, volvamos, Hanity se moviliza a la embajada del Ecuador en Londres donde el sistema ha dejado sobrevivir a un pajarito enjaulado, uno que vio varias cosas en su vuelo por el primer nivel del código profundo del teatro, y que se muere por cantarlas como todo pajarito vanidoso. Igual que otro Crusoe, el de una isla peligrosísisma en el Caribe - que podía celebrar sus guerras ganadas contra Goliat, y 365 intentos de asesinato fallidos por la misma CIA, pero no podía sacar una base militar de su propia isla. Y en ese teatro nadie nunca miró lo evidente de la trama! Recapitulando: por acá un tal Julian Assange es entrevistado, y por allá esta el presidente electo, un King Lear, que usa el megáfono que le fabricaron desde hace rato a su medida, el tal Twitter, el megáfono de un ratón!. Es curioso como algunos creen en una realidad donde se juega con las reglas del azar. La casa tiene en sus manos un azar más allá del azar, como un algoritmo en el que cada jugador, en cada mesa es una ficha del siguiente juego. La empresa Deep Mind adquirida en 2014 por Google es como un metáfora viva de este principio (un juego de GO de dos humanos es materia prima del super jugador de GO que es Deep Mind - una mente supra-craneal colectiva que esta jugando el super JUEGO que llamamos ingenuamente “inteligencia artificial” sin saberlo, y no el simple juego, con letras minúsculas, que cree jugar. No confundirse, no hay eventos que pasan por casualidad en las tablas del Globe Theater - y Shakespeare, by the way, era también un DEEP MIND de otro tiempo, una operación colectiva que estaba jugando un supra juego, el de la modificación de la consciencia de la época de la Reina Isabel. A MIND beyond each individual mind, exactamente igual que la firma DEEP MIND lo sería algunos siglos más tarde, justo cuando le abrieron el banquete de platillos de patrones exquisitos: cada click de los usuarios de Google, la humanidad conectada.
Lo elaborado del teatro de hoy en día es que mucho de lo que parece hiper secreto en fin de cuentas no lo es. La CIA fue un gran jugador cuando nadie entendía ni conocía la entidad. Tenía el poder que confiere darle vuelta a las fichas del campo de los realistas; pero hace mucho que es otra cosa, ya no es un jugador, ahí no está Deep Mind, ahí hay un grupo inmenso viviendo una fantasía, la de ser el teatro central de la ciudad, cuando ya son un sidekick de “has beens”. La inteligencia es idéntica a las vanguardias, los parámetros del teatro que nosotros inventamos en los años cuarenta ya los puede descifrar un pequeño porcentaje de la humanidad hoy en día, y el truco de ponerlo consistentemente en la pantalla de Hollywood para que por vergüenza de ser visto como un delirante que se come el cuento ficticio de la conspiración, nadie se atreva a develar lo evidente. Ese truco esta a apunto de no funcionar más.
Ayer también bombas atómicas
quiere programar? Attorney general russia (movement in the mystery)
bomba atómica napoleón
los operadores de la 4 dimension
paradigma del disco de nebra
Pawley en estarcido
NY times saca UFO
Wieland en estarcido
congress
Nosotros, ósea el subgrupo del subgrupo de la ola gigante que venía del tsunami que había sido el nacionalsocialismo y su guerra esotérica contra la judería materialista de wallstreet… y que venía de otra ola mucho más grande, de una historia muy, muy profunda, del DEEP MIND de la raza humana… nosotros entendimos un par de cosas sobre ser actores de la historia. Hay que entender algo, ser homosexual en esa época, treintas, cuarentas… era como estar del otro lado del espejo, hoy ya no lo es. Los gays de hoy que creen que se puede comparar lo que ellos viven con el trip que fue eso en mi época, pero no están ni tibios. No pueden entender la alucinación tan fuerte, el estado febril de criatura extra muros que uno sentía, la sensación de ser degradados y al tiempo sentirse sublimados por el acto reflejo de una psico sexualidad anómala. Y hay que entender la fraternidad que eso generaba… sobrevivir ahí era igual que sobrevivir como un albino maldito en una tribu de gitanos supersticiosos. Y también están las conexiones muy reales (y de las cuales no se me da permiso de hablar) a una historia antiquísima de grupos de hombres, que se basaban en la exclusión religiosa del elemento femenino, como si fuera la expresión del mismo demonio. Nosotros, el grupo que estaba en el corazón del Departamento de Estado en los años 40 y 50 éramos eso, y en nuestro corazón resonaban energías atávicas, principios muy antiguos que habían sido excavados de las profundidades recientemente por esa marea arqueoastronomológica que había sido el Nacional Socialismo en su fuente. La investigación de 1962 del Subcomité del senado, donde usted me ve convertido en “scapegoat” como un infiltrado de los soviéticos no puede estar más errada, nosotros de realismo materialista no teníamos nada, éramos los arquitectos resignados, disciplinados de la comedia del arte, del juego milenario que hace que sigan en movimiento las ruedas de la evolución de la raza humana; gente de tesón, individuos multiples, de muchos, muchos avatares, tantos, que a muchos se nos terminaba olvidando nuestro primer nombre. El servicio secreto, al estilo de la Oficina de Caribbean Affairs era una empresa espiritual, y con las dimensiones de la la Historia de la consciencia, y en ese sentido fue que montamos a Castro, y en ese sentido, para mezclar detalles más ínfimos del proceso, crearon más adelante, otros de esa cofradía ya transformada, a un tal Carlos Castaneda en los sesenta cuando había que desviar un “despertar” colectivo y quitarle su potencia mediante un nuevo azusar del ego espiritual (mismo que hoy en día se está repandiendo, ayudado por unos agentes, entre los jóvenes en el llamado Camino Rojo). En ese sentido hubo que crear un 48 y un 63. Nuestros mentores, salidos de la caldera del nazismo esotérico, tenían claro que había que seguir moldeando la consciencia para su último destino, y qué confusión tan grande en las versiones que hay sobre ese destino último, no nos metamos ahí.
Castro se sentía halagado de que Herbert Matthews del New York Times estuviera enamorado de él, y mucho, mucho antes de eso se sintió halagado de que Arturo Montenegro, Guillermo Montenegro o William Wieland, o como quieran llamarme, ya que mi nombre y mi nacimiento esta perdido en la bruma, hubiera también estado enamorado de él y lo hubiera convertido en un ícono que se ajustara a mi deseo de un nuevo héroe masculino, un Aquiles, o un Sigifredo para el nuevo cantar de gesta. Como con el nazismo, lo de Castro tenía la propaganda como su esencia más profunda. No es por nada que Warhol es de la misma época, y la mitología de Tabaco y channel llamada Camelot, un teatro con mártir y todo.
Sin mitología nos desintegramos. Vamos a hacer esta distinción, entre el campo que Donald Rumsfeldt en privado llamó “the reality based community” y la otra, a la que usted pertenece de plano, por haber nacido con los ojos abiertos, que no tiene nombre y que desde la infancia de la historia es el volcán imparable de la evolución creativa, que alumbra los sueños, los sueños que fundan mundos, nuevos Universos, todo en el respeto del orden arquitectónico, magnífico de la gran G.
Es muy difícil educar a la gente en política. El otro “rogue player” Snowden
hilenkoetter el mal teatro que era bueno en esa época
cibernética
todo viene de leer en el tiempo un relato del Bogotazo de Castro en las lecturas dominicales del 76.
Yo fui enviado ahi por el grupo, Roy (Rubbotom) era un poco mas senior que yo en el orden reconocible, pero en
Eastlund era de los que estaban en el orden “normal” los llamábamos Zombies. El término era de esa época, pero nosotros tendíamos a decir, “the living dead”. Y a nadie se la pasaba que era una metáfora impecable, exacta, para describir a los ciudadanos de bien que estaban
El héroe Jason Bourne, o el heroe Langdon
la cuestión de los zombies. El término Zombie es viejo,