Aspectos rituales. Propuesta para un seminario.
2014
Extractos y adaptación de un artículo de Fabio Ramírez

Duga es el término para la “Palabra” del tabaco y la coca, lo que significa el cuerpo de creencias que incorpora el uso ritual y regular de las plantas en los sistemas de curación, educación, espiritualidad y el mantenimiento del equilibrio ecológico de algunos grupos indígenas de la Amazonia colombiana y que se refieren a sí mismos como las “gentes del centro”, es decir, del centro del mundo: los huitotos, los Boras, los Andoques, entre otros.

De acuerdo con la cosmología de estos grupos indígenas, no existe lo "bueno" o "malo" en la vida. En su lugar utilizan los términos como "fríos" o "calientes". La enfermedad, la violencia, la ansiedad, etc., son "calientes". "Lo Frio" se aplica para el bienestar, la paz, la tranquilidad, etc. En la vida hay varios objetivos a alcanzar: para entrar en contacto con el "buen pensamiento", el tipo de pensamiento que es bueno para mí, la humanidad y el mundo; para descubrir el origen de los problemas y encontrar soluciones para ellos, a nivel personal, social, ambiental y cósmico; para curar todos los niveles de la existencia; y, finalmente, para hacer la Palabra "real" en términos de hechos.

Las plantas como el tabaco, en forma de una pasta llamada ambil crea un equilibrio entre el cuerpo y el alma (emociones), para que el participante pueda averiguar cómo lo que dice "resuena" en su cuerpo en forma de confort, o incomodidad, contracción, simplicidad, etc. Esto se hace evidente durante la ceremonia bajo la conciencia aumentada dada por el uso del tabaco y las hojas de coca. Esto es contrario a lo que sucede durante nuestra actividad diaria normal; estamos relativamente "ausentes" de nosotros mismos, en el sentido que no somos conscientes de todo nuestro funcionamiento en términos de interrelaciones entre nuestras respuestas cognitivas, motoras, sensoriales y emocionales. De esta manera surge una ética integral en el que mi bienestar se soporta sobre la claridad de mi pensamiento, la forma en que se refleja en mi cuerpo y el grado en que mi comportamiento influye positivamente en la sociedad que me rodea y en el universo. Esto ofrece la posibilidad de la curación del individuo, el cuerpo, las emociones, el "alma", la sociedad y el mundo en un solo acto, a través del uso de nuestra principal herramienta occidental: la Palabra, aunque sus connotaciones culturales son completamente diferentes. Por ejemplo, naïkïno es el término para el cuerpo-palabra que funciona tanto “vertical”, ya que interpreta la experiencia en términos de los mitos de origen, y “horizontal”, por medio de analogías...

La Palabra naïkïno, es nuestra esencia. Como occidentales, diríamos que las plantas nos sensibilizan a esta esencia y nos permiten experimentarla, pero para los hombres sabios indígenas no hay distinción entre plantas, cualidades y personalidades. Ambil (tabaco) es a la vez mujer, palabra, comunicación, el ojo que ve y el oído que oye.
Pero esto no se refiere a la agudización de los sentidos normales. Tiene que ver, en cambio, con la capacidad de ver "más allá", escuchar "más allá" y hablar "más allá" del mundo de las apariencias. Si sólo consideramos la capa superficial de la realidad, siempre vamos a cometer errores. Este tipo de "visión" nos permite sentir el campo de energía sutil de las personas, sus emociones y motivaciones, y que es exactamente el terreno en el que la conversación ritual se lleva a cabo. La persona que dirige el ritual se sintoniza con una corriente subliminal de información, que se imprime en su mente mientras se relatan los mitos de origen y se discuten preguntas sobre asuntos personales e interpersonales.

Nunca ha habido ninguna evidencia de adicción entre los practicantes de Duga, de hecho, es inexistente entre aquellos que hacen uso tradicional de esa y otras plantas como la ayahuasca (Banisteriopsis caapi) y el Yopo (Anadenanthera peregrina). La razón es que este tipo de plantas se utilizan en formas ritualizadas, y además no están prohibidas, puesto que son parte de un entorno universal y se rigen por unas normas específicas.

De hecho, este momento nos evoca la confesión religiosa, el psicodrama y el psicoanálisis con un valor terapéutico fuerte. De repente, las cosas comienzan a ser percibidas en una dimensión diferente.

Podemos describir fácilmente a cada persona en el llamado mundo occidental, en mayor o menor grado, como un adicto. Para volver a la tecnosfera como la sombrilla, ella es en gran medida el producto de esa tendencia que lo abarca todo, hacia la adicción. La sabiduría no juega ningún papel en nuestra sociedad, quien nos niega la oportunidad de llevar a cabo esa búsqueda. Por otra parte, en gran medida nuestra sociedad fomenta un comportamiento adictivo, en la forma del consumo de alcohol, cigarrillos y productos farmacológicos paliativos y su énfasis en el consumismo, la moda, la tecnología, etc.

Propuesta

Propuesta: François Bucher, artista, Fabio Alberto Ramirez, Dr. médico

Lista de posibles participantes:

- Cayetano Torres. Arhuaco guardían de la sabiduría (Colombia)
- Juan Yaiguaje, Taita, curandero del Putumayo (Colombia)
- Isaias Mavisoy, Taita, curandero del Putumayo (Colombia)
- Claudia Yasmin, curandera, non tribal (Colombia)
- Oscar Román, curandero de la tribu Huitoto (Enokakuyodo, “el que da algo de la nada”, en Huitoto)
- Rupert Sheldrake, biólogo (Inglaterra)
- Manuel González Oscoy, neurofisiólogo, investigador de la conciencia (México)

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