Esta es una pieza de pared hecha a partir de una imagen científica, extraída de una revista especializada. La imagen representa gráficamente la manera como funciona la radioastronomía, cómo ella lee el fenómeno de la anisotropía o polarización en el ruido cósmico de fondo para luego traducirla en una “imagen del tiempo, desde los minutos que le siguieron al Big Bang hasta ahora”. Pero en el contexto de su aparición en la muestra el patrón juega a ser un elemento decorativo, juega a ser ruido de fondo, contenedor pasivo de esa literalidad y esa metáfora.
En la época en que la que la novela Contact fue escrita, la ciencia de la astronomía estaba al borde de una gran transformación; un tipo de mutación que habría sido impensable tan sólo una década antes. A partir de entonces, no se estaría tratando exclusivamente con observaciones de la luz emitida en los últimos cientos de millones de años desde galaxias más o menos parecidas a la Vía Láctea, sino con las observaciones de un fondo difuso de radio estática, un remanente que viene desde los comienzos de este Universo. El hecho de discernir el sentido implícito en el ruido cósmico de fondo, fue una de las más grandes revoluciones en la astronomía, que comenzó a finales de los años 60 del Siglo XX, y está alcanzando su punto de madurez justo ahora, con sus imágenes recompuestas del cosmos en la dimensión del tiempo.